miércoles, 6 de marzo de 2013

¿RAZÓN O EMOCIÓN?



La diferencia esencial entre emoción y razón
es que la emoción nos lleva a la acción,
mientras que la razón nos lleva a elaborar conclusiones”
                                                               Ronald Calne

Una de las grandes cuestiones que todos nosotros nos planteamos muchas veces es: “¿qué debo hacer?”. Mentiría si dijera que nunca me he hecho esa pregunta, o simplemente dijera que siempre tenía la respuesta a la primera y no he dudado de ella.

¿Cuántas veces en nuestra vida nos hemos hecho esta pregunta? ¿Cuántas veces hemos intentado buscar su respuesta? ¿Cuántas veces nos ha quitado el sueño el no saber qué hacer, como actuar o qué decisión tomar?

Algunas personas se mueven por su sentido racional mientras que otras se mueven por el emocional. Lo difícil no es decantarse por un lado o por otro sino saber hacerlo de la manera correcta. Es muy complicado el saber elegir entre la razón y el corazón. ¿Nunca os ha pasado que habéis hecho algo que sabías por vuestro bien que era malo, pero aun así debíais hacerlo porque los sentimientos os lo mandaban? A mi sí y estoy segura de que al 99,9% de las personas les ha pasado alguna vez en la vida. Pero la cuestión es: ¿qué debes elegir? ¿a quién le debes hacer caso?.

La razón siempre te dice que es lo correcto, lo que debes hacer pero no tiene que ser siempre lo que tú quieres de verdad, sino lo que sabes que es bueno para tí. Quizás nos tendríamos que parar a pensar dónde estamos, dónde queremos ir, cómo queremos llegar, y si lo que hacemos es lo que de verdad queremos y no sólo lo que nos conviene.

¿Los sentimientos? Algo complicado, la mayoría de las veces van en contra de lo favorable para nosotros, no tienden a razones, son difíciles de entender y muchas veces son irrazonables.


Entonces mi duda es: ¿por qué nos tenemos que guiar, por la razón o por la emoción? ¿Qué tenemos que hacer: lo qué queremos o lo qué debemos? Si algo lo haces sólo porque debes y no porque quieres seguramente vas a fracasar en ese intento por seguir a tu mente ya que en verdad no es lo que deseas, ni lo que te apasiona, nada más es algo que haces por hacer, mientras que si es porque realmente quieres, estoy segura de que va a salir bien, ya que si emprendes algo que de verdad te gusta, va a ser muy fácil conseguirlo.

Ahora bien, si desviamos este tema de la razón y la emoción al ámbito publicitario nos damos cuenta de cómo influye éste en nosotros. ¿Quién no se ha dado nunca un capricho o se ha comprado algo autoconvenciéndose de que lo necesitaba sin ser verdad? En este sentido deberíamos guiarnos más por nuestra parte racional y no ser tan susceptibles a los deseos ya que la mayoría de las veces que compramos estamos derrochando dinero. El "quiero" o "necesito" algo sólo por haberlo visto en un anuncio y engañarte a tí misma con la idea de que lo "necesitas". 

 ¿De verdad sabemos usar nuestra parte racional y emocional tan bien como creemos? Yo pienso que no.

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