Un sentimiento alcañizano

Como cada año, el miércoles de ceniza llega siendo un día especial, todos los alcañizanos desenfundan sus tambores y con ellos ese gran sentimiento que los caracteriza. Con sus mejores sonrisas se reúnen en la plaza y comienzan a tocar, ya es oficial,  queda abierta la Semana Santa de Alcañiz. A partir de ese día, todos nos vamos a dormir amenizados por los ensayos de las bandas del Nazareno y del Silencio gozando de una gran sensación de paz y armonía.

En cada lugar es típica una fiesta que sus habitantes esperan con ganas y estoy segura de que la nuestra es esta. Gracias a las ganas y el empeño de todos, la Semana Santa del Bajo Aragón Histórico está, desde 2005, declarada fiesta de interés turístico nacional, pero no conformes con ello, este año se está trabajando muy duro para conseguir ser una fiesta de interés turístico internacional.

El por qué de esto es sencillo, no pueden pasar desapercibidos muchos de los momentos de esta semana. Todos hemos podido ver ese silencioso encuentro en la antigua plaza de los Almudines el día de Martes Santo o la alegría al abrir la granada el Domingo de Resurrección. A los alcañizanos no sólo les gusta verlo sino sentirlo y a todos se nos han puesto los pelos de punta al oír retumbar el sonido de tambores y cornetas del Nazareno en la iglesia mayor, al ver bajar las banderas del silencio cuando los pasos avanzan por la plaza de España pisando ese romero del suelo o cuando cada Viernes Santo en el Pregón un absoluto silencio se acaba diciendo "Que suenen los tambores" y miles de tambores a la par suenan con mucha fuerza pero guardando mucha más para el día siguiente cuando las torteras pasan entre medio de ellos.

Horas y horas que pasan volando mientras estás con tus amigos en la plaza tocando la noche de Viernes Santo, tambores rotos, manos hinchadas, callos en los dedos, dolor de espalda, sueño al día siguiente para salir a la procesión sin apenas haber dormido... ¿Lo bueno de todo esto? Que a nadie nos importa porque la ilusión por hacerlo supera todo lo demás y los buenos alcañizanos lo hacen con sus mejores sonrisas, por que lo sienten.

Tras un año de espera ya queda poco para esta gran Semana así que sólo queda decir... 

¡QUE SUENEN LOS TAMBORES!